Las verduras enlatadas suelen recibir críticas por su alto contenido de sodio y su supuesta falta de nutrientes, pero estos alimentos básicos de la despensa son mucho más valiosos de lo que se les atribuye. No solo merecen un lugar permanente en la despensa, sino que la creencia de que carecen de nutrientes es en gran medida un mito. Según la Academia de Nutrición y Dietética, las verduras enlatadas mantienen cantidades comparables de minerales, vitaminas liposolubles, proteínas, grasas y carbohidratos a las de sus contrapartes frescas.

Las zanahorias enlatadas, precocidas y listas para usar, ahorran tiempo y esfuerzo a la vez que aportan nutrientes esenciales. Si bien las zanahorias frescas suelen ser famosas por su sabor y textura superiores, con algunas mejoras simples, las zanahorias enlatadas pueden ser igual de sabrosas y agradables. A continuación, exploraremos formas fáciles y creativas de realzar el sabor de las zanahorias enlatadas, convirtiendo este alimento esencial de la despensa en una estrella en su mesa.